Domingo, 29 de abril de 2012 a las 15:33 hrs.
Mi aqueridísima bienamada hija, te ha sido dado un Don que muchos rechazarían por miedo.
Por las gracias que te han sido otorgadas a ti, la fortaleza dada y el fuego del Espíritu Santo, tú estás completamente armada para proclamar las profecías prometidas al mundo desde hace ya mucho tiempo.
La profecía dada a Daniel, cuando se le dijo que sellara el Libro de la Verdad hasta los Tiempos del Fin, cuando los contenidos serían revelados, ha llegado...
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